“En cualquier otro tratamiento sugestivo, la transferencia es respetada cuidadosamente: se la deja intacta; en el analítico, ella misma es objeto del tratamiento y es descompuesta en cada una de sus formas de manifestación. Para la finalización de una cura analítica, la transferencia misma tiene que ser desmontada; y si entonces sobreviene o se mantiene el éxito, no se basa en la sugestión, sino en la superación de las resistencias ejecutadas con su ayuda y en la transformación interior promovida por el enfermo”
Freud, Sigmund. “Conferencias introductorias al psicoanálisis”. Obras completas. Vol. XVI. Amorrortu, Buenos Aires, 1992, p.412.