Destello de Gabriela Alfonso

Tres Significantes

Tres significantes  enmarcan esta Conversación Clínica de  Bilbao. Transferencia, Interpretación, y hoy. Seguramente nos sentiremos llamados por ese HOY, que sin duda, invita a nuevas reflexiones. 

Hoy es otro tiempo, en el que ya no se prioriza la cadena significante, aunque ella esté ahí. Pero ya no es la vía principal, ni lo es llamar al sujeto ni al sujeto supuesto saber. Precisamente, se trata de cortar esa cadena.

Hoy, gracias a la última enseñanza de Lacan, nos orientamos por el nudo borromeo y la pregunta no es por la diferencia diagnóstica al modo de la clínica estructural. Nos preguntamos qué es lo que mantiene anudado a un parlêtre. Apuntaremos a su singularidad desde la clínica del sinthome.

No buscamos fortalecer el sentido con significantes que producen más sentido. Todo lo contrario, intervendremos con el equívoco que corte la cadena, S1//S2, enfrentando al paciente a su goce. No se atiende a lo que quiere  decir ni a la intención de decir.

Lacan indica que de lo que se trata es de evidenciar el impacto de los significantes en el cuerpo. En esa dirección se sitúa la introducción del equívoco. Y tambié3n el corte. Cierto que para que se pueda operar así el analizante tiene que creer en que el analista sabrá hacer esa lectura. Una suposición de saber, pero de otro orden. No se trata de suponer un saber del inconsciente sino un saber leer de otra manera.

Esthela Solano, citada en el argumento de la Jornada, es desde luego alguien que tiene mucho para enseñarnos en este aspecto.

En Tres segundos con Lacan, nos muestra el impacto que le creó aquella brevísima sesión  que se produjo en las entrevistas preliminares1. Pero hay que decir que ella ya estaba transferenciada previamente con el psicoanálisis y con Lacan. Y siguiendo la misma línea nos ofrece interpretaciones desde el equívoco en sus textos, incluso en la clínica con niños.

Siguiendo a JAM en El ultimísimo Lacan, vemos que la interpretación puede tomar dos lugares: sentido y agujero y lo que los relaciona de alguna manera es el equívoco2.

También leemos que en esa última enseñanza no hay nada de la transferencia, y que si lo hubiera, estaría del lado del agujero, donde coloca el amor, por el contrario del sentido, donde coloca el deseo.

La nueva situación de la interpretación hay que entenderla en el contexto del nudo borromeo, dice JAM. La interpretación sería aquí, según Lacan,  “un forzamiento por el que un psicoanalista puede venir para hacer sonar otra cosa que el sentido”. Otra cosa que el sentido y que la resonancia, es agregar el vacío3.

Planteadas así las cosas, ¿cómo intervenir en la clínica con los sujetos actuales? Creo que esta cuestión es delicada. Si  llegan pidiendo un análisis, ya tienen una cierta idea de lo que se puede producir y ya tienen una  transferencia previa, con el analista o con el psicoanálisis.

Pero no todos los pacientes llegan así. Se ha comentado con frecuencia en presentaciones de casos que antes de que se pueda desplegar el discurso hay que construir una envoltura  simbólica a lo descarnado del discurso con el que se presentan. Porque esa crudeza es del orden de los  eslóganes repetidos, que no se articulan a un S2.

Para encontrar la singularidad del sujeto y la posibilidad de interpretación es que seguimos sirviéndonos de las entrevistas preliminares.

Gabriela Alfonso Walz. Psicoanalista, miembro ELP y AMP.

(1 )Solano-Suárez, Esthela. “Tres segundos con Lacan”, Tres segundos con Lacan. Gredos, Barcelona, 2021, p.13-22.

(2) Miller, Jacques-Alain. El ultimísimo Lacan. Paidós, Buenos Aires 2013, p. 179

(3) Íbid.,p.180

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