Destello de Antonio Múgica

Transferencia e interpretación hoy

Un psicoanálisis permite una modificación tal que, desde Freud, fue motivo de asombro. Sólo con palabras, en un dispositivo singular, con un modo preciso de ser tomadas esas palabras, se producen cambios, modificaciones. Si un análisis, y desde Freud, es copernicano, es por el modo de concebir esa palabra.

Pero, justamente, un psicoanálisis no es un tratamiento, es decir, un tratamiento tal como se considera comúnmente. Podemos decir que un análisis, a diferencia de un tratamiento, pone el acento en la constitución -por el hecho de su pura producción-, de un modo singular de discurso que el analista sostiene. Es a este discurso al que el analista presta su atención. De este modo se formaliza, se constituye algo que inicialmente no tiene forma. No es otra cosa lo que ya Freud encontró: que en análisis se producía una nueva neurosis, una neurosis de nueva formación, la neurosis de transferencia.

Hay, entonces, una formalización, que incluye un elemento radical, el que Lacan promueve en su lectura de Freud: el significante. Con Lacan aprendemos que la forma de concebir la transferencia, y en relación con ella, la interpretación, se fundamenta en el significante.

Ya no se trata de cómo el analizante reedita el modo de constitución de su relación con los objetos que han sido desde el inicio objetos libidinales. Se trata del significante, de la formalización de un discurso significante y de las determinaciones que hay por el hecho de la existencia de ese significante.

Del mismo modo, y por esto mismo, es a partir del significante que se puede constatar si hay análisis, si hay el modo de “tratamiento” significante. Es en torno a ello que gira tanto la transferencia como la interpretación. Es ahí donde toma valor la formulación del significante como lo que representa a un sujeto para otro significante. Esta no es más –ni menos- que la raíz elemental de la interpretación en su formulación clásica. Es esto lo que se puede constatar en la transferencia, con el significante de la transferencia.

Es con el significante que encontraremos la radicalidad de una concepción sobre la dominante subjetiva, sobre algo llamado “sujeto” que únicamente se concibe como representado por un significante… para otro significante. Esta fórmula es radical. Radical en tanto hace inconsistir lo que de imaginario tiene cualquier idea sobre dicho sujeto, sobre la persona, sobre la idea que cualquiera puede hacerse de sí mismo.

En esto el psicoanálisis es copernicano, pues su experiencia permite encontrar los significantes amo que dirigen aquello que uno mismo no puede integrar como suyo, de aquello que uno mismo no puede evitar y que, paradójicamente, no reconoce como propio, no sabe cómo es que se produce en uno mismo.

Esto que uno rechaza, que no quiere y que le hace sufrir, es algo que, precisamente, puede comprobar -en análisis- como algo determinado por el significante. Lo que, desde Aristóteles, es considerado aberración y que hoy en día es considerado como trastorno, es justamente lo más singular… del sujeto.

¿Y, hoy en día sigue vigente este modo de considerar la transferencia y la interpretación? Sabemos que la propia concepción del significante de Lacan se complejiza, se pone en tensión de diversos modos. Un ejemplo de ello es el objeto a, resto de la propia operación significante, algo que Lacan teorizó y que a su vez fue el paso para la consideración de lo que el propio significante produce como imposible, lo real. También, posteriormente, se produce otro giro, el paso del sujeto al parlêtre, que modifica la noción previa de la transferencia y de la interpretación.

Si bien en inicio la primacía significante eclipsaba lo imaginario y lo real, los tres registros que muy tempranamente planteó Lacan, su elaboración prosiguió, y muy precisamente para dar cuenta de los obstáculos, que no son otros que los del concepto. Lacan siempre fue realista y pragmático. Podríamos decir que todo fracaso e impasse era tomado como la llave de paso para su solución -por vía de una progresión conceptual. Es en este punto que podremos, en esta Conversación Clínica, ahondar en la problemática actual de la transferencia y la interpretación, en un trabajo permanente sobre la clínica y los conceptos.

Antonio Múgica. Psicoanalista en Bilbao, Responsable de actividades de la Antena Clínica de Bilbao, Miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).

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