Reseña 2

Leer el síntoma en el niño. 

Esthela Solano Suárez

Conferencia pronunciada en el espacio madrileño de psicoanálisis con niños de la Nueva Red Cereda en junio de 2014. Publicada en 2016 la revista Carretel. Psicoanálisis con niños. Nº 13.

En esta conferencia, la autora introduce recortes clínicos para alumbrar al nivel de la praxis lo que vendrá a exponer, las dos propuestas de Lacan de formular la interpretación, y explicita su fundamentación en un texto previo de Jacques Alain Miller, “Leer el síntoma”. Considerar que la interpretación está desde el inicio de la obra de Lacan, por ejemplo, en el seminario IV y abordando el caso Juanito, implica que al hablar de objetos o actos sintomáticos, su abordaje se da como significantes. Subrayando está orientación Lacan trata de hacer desvío de la deriva terapéutica de los análisis en tanto que orientados sobre la base de la imposición de significaciones, apropiadas sólo para los mismos analistas que las precipitan universalizando la práctica, haciendo del sujeto un individuo al remitir su decir a un corpus teórico bajo el cual se ordenaría. 

Esta imposición es precisamente, señala Esthela Solano, lo que Lacan caracteriza como contratransferencia y recoge las indicaciones del Seminario IV para evitarla: 

Tener en cuenta el significante y no la significación. Ningún significante puede ser tenido en cuenta como teniendo una única significación. Cada significante se define por su articulación con otro significante, en el nivel de las combinaciones metonímicas y las sustituciones metafóricas. Y, por último, el significante del síntoma puede cubrir varias significaciones a lo largo de la cura; a las significaciones que el niño va elaborando como fantasma, Lacan les da el estatus de mitos, con los que a través de su articulación significante el niño trata el goce. 

Estar atento al significante es saber leer. Ya Lacan en este seminario introduce la interpretación en el orden de la lectura, que al final de su enseñanza será la lectura de la letra, apunta Solano.  

En Freud el síntoma se puede leer en la vertiente del sentido reprimido, por ejemplo, en la XVII Conferencias de Introducción al Psicoanálisis, pero también y más allá, en la conferencia XXIII, se puede leer la vertiente fundamental del síntoma como goce, la bedeutung del síntoma. 

Los efectos de verdad puede que no tengan una incidencia duradera en tanto que no tocan la bedeutung del síntoma que existe y permanece con independencia de la interpretación así guiada. A partir de esta referencia de la bedeutung del síntoma Lacan sitúa en su última enseñanza lo real del síntoma.

¿Cómo operar en la experiencia analítica a partir de los efectos de sentido, cuando se trata de tocar lo real de síntoma que escapa al sentido? ¿Cuál debe ser la posición del analista? Es considerando le inconsciente como un texto escrito que la operación analítica puede ser concebida como la lectura de la letra, apunta el texto. 

Esta ruptura se encuentra en los seminarios XIX y XX de Lacan. 

El significante es lo que se escucha a nivel de la sonoridad de una lengua; el significado, un efecto de lo que se escucha como sonoridad e implica su significación, lo que quiere decir.  Cita Solano a Lacan en Aún: “Distinguir la dimensión del significante cobra relieve solo si se postula que lo que se oye, no tiene ninguna relación con lo que significa. El significado no es lo que se escucha, es una consecuencia de la lectura que hacemos de lo que escuchamos”.

Para que el analista no lea mediante su fantasma, la orientación es la de escuchar al significante aislado de lo que quiere decir, es decir, en tanto letra. Así pues, la diferencia de la lectura en el Seminario IV y en el Seminario XX es total. En el primero, la lectura es a través de la articulación de los significantes; en el segundo, la lectura del significante solo, separado de Otro. De tal manera, concluye Solano, que por el equívoco que equivoca a nivel de la ortografía, de la gramática y de la lógica, Lacan postula la interpretación como equivalente a la lectura de un texto, una lectura de la letra y por esa vía, el analizante en el discurso analítico deviene un lector. Es decir, que la cuestión es introducir al analizante en la lectura de su texto por la vía de la resonancia de los significantes fuera de todo efecto de sentido.

Brais Pereira

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