“En el Seminario XXII, el 11 de enero de 1975, Lacan se interroga sobre la nueva formulación que se debe dar al efecto de sentido que da la interpretación, a partir del momento en que las tres consistencias, R, S, e I son homogéneas. Y entonces separa la palabra y la interpretación, al igual que separa la interpretación del papel de la transferencia. La interpretación presentifica un más allá de la palabra […]
Esta interpretación no es del orden de una traducción por añadido de un S2 respecto a un S1. Es una interpretación que no apunta a la concatenación o a la producción de una cadena significante […].
El discurso del que se trata no hace cadena […] Entonces, se plantea la cuestión de saber si el efecto de sentido en su real se debe al empleo de las palabras o bien a su jaculación […] Se creían que eran las palabras las que dan en el blanco. Mientras que, si nos tomamos la molestia de aislar la categoría del significante, vemos bien que la jaculación conserva un sentido aislable.
[…] Así, la jaculación incluye el valor de lo ardiente, o del entusiasmo, pero es para designar un uso del significante tal que despierta al sentido produciendo vacío de la significación”.
Laurent, Éric. “Disrupción del goce en las locuras bajo transferencia”. El Psicoanálisis,33. ELP, Barcelona, 2018, pp. 199-201.