Palomera, V (2018). Delirio y libertad. Revista Freudiana, nº82
Es el fuera-de-discurso del psicótico lo que condiciona su libertad, paradójicamente, ya que no está fuera de lenguaje. Por tanto, la frase “el loco es el hombre libre” muestra que la locura reside en el hecho de creerse libre. Ser completamente libre puede ser una elección, sin olvidar que corremos el riesgo de extraernos de la humanidad. Lacan señala que el loco es aquel que piensa poder deshacerse totalmente de la relación con el Otro, rehusando al anclaje del lenguaje y a toda forma de identificación.
El presente artículo explora el concepto de la libertad del sujeto en las psicosis poniéndolo en relación con el agujero que el sujeto encuentra en la cadena significante, allí donde emerge el delirio como respuesta a ese agujero.
«Lacan habla del “atractivo de las identificaciones” precisamente para subrayar que el sujeto psicótico no encontró que las identificaciones fuesen suficientemente atractivas. La locura es pues la consecuencia de haberse desprendido del atractivo de las identificaciones. Justamente, una de las características de las identificaciones es el efecto de sugestión y de masificación que producen, ya que por sus rieles los seres hablantes se deslizan en un discurso normalizado. El resultado de este rechazo al atractivo de las identificaciones, o sea, a entrar en un discurso “normalizado” por la identificación común, hace que el psicótico encuentre el delirio y la tentación de la libertad absoluta. Se entiende así que Lacan concluya que, “lejos, pues, de ser la locura un hecho contingente de las fragilidades de su organismo, es la permanente virtualidad de una grieta abierta en su esencia. Lejos de ser ‘un insulto’ para la libertad, es su más fiel compañera: sigue como una sombra su movimiento.» (p.6)
Cosme Sánchez