Freud, S (1924). La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis. En Amorrortu, Buenos Aires, 1992. Volumen XIX.
En este breve artículo, Freud eleva a la fantasía (la existencia de un mundo de la fantasía) a condición de posibilidad de que tanto en la neurosis como en la psicosis se establezcan tentativas de substituir la realidad por otra más acorde a los deseos. La distribución de los acentos de cada estructura en la forma y el proceso de esta operación son algunos de los índices que justifican su diferencia clínica, pero, a su vez, las emparenta en la solución a la condición inicial que las propicia: el sustituto de la realidad.
Para el futuro sujeto neurótico hay una primera represión de una moción pulsional. Sin haber caído a cuenta de tal operación en la neurosis misma, esta se revelará en el fracaso de la represión y en la sucesión de ensayos para conciliar las exigencias del ello con la realidad. Es aquí donde surgen toda la panoplia de formas sintomáticas, compromiso entre pulsión y realidad. El sujeto psicótico se constituye, también, argumenta Freud, en dos tiempos. Si para el neurótico basta con una represión de un empuje pulsional, en la psicosis se arranca al yo de la realidad, rindiéndose desde el inicio el yo al ello, encontrándonos ya en lo patológico, que sólo puede llevar a la enfermedad. En un segundo tiempo, la respuesta del sujeto en la psicosis compensa la pérdida del vínculo con la realidad con una respuesta más soberana: dando lugar a una realidad nueva, reconstruida. Si en el caso de la neurosis se produce una huida de la realidad, en la psicosis se revela su desmentida. La diferencia radical entre ambas respuestas del sujeto ante lo real, se sitúa en la primera operación.
Lo que permite construir un sustituto de la realidad es, en ambos casos, el reservorio de la fantasía que se ha ido fraguando con independencia del mundo exterior real y que por tanto ha quedado libre de sus demandas y vasallajes. Mientras en la neurosis se articula esta respuesta apuntalándose en un fragmento de la realidad, en la psicosis, esta reconstrucción, llegará a poder reemplazarla, rompiendo su vínculo con ella. Queda así a tener en cuenta para ambas estructuras, con todas las diferencias apuntadas, no sólo el problema de la pérdida de realidad, sino el de un sustituto de la realidad.
Brais Pereida