Cita 6

A raíz de un peligro externo, el ser orgánico inicia un intento de huida […] Pues bien; la represión equivale a un tal intento de huida. El yo quita la investidura (preconciente) de la agencia representante de pulsión que es preciso reprimir {desalojar}, y la emplea para el desprendimiento de displacer (de angustia). Puede que no sea nada simple el problema del modo en que se engendra la angustia a raíz de la represión; empero, se tiene el derecho a retener la idea de que el yo es el genuino almacigo de la angustia, y a rechazar la concepción anterior, según la cual la energía de investidura de la moción reprimida se mudaba automáticamente en angustia.

FREUD, S., (1926 [1925]/1992). «Inhibición, síntoma y angustia». Obras Completas. Tomo XX (pp. 88-89). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Los comentarios están cerrados.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: